“El disco es el certificado de defunción de la música; no hay nada en él que pueda tener un valor estético - artístico. El disco es una proyección, una fotografía muerta de un espacio que ha sido vivo. Esto es la causa de una enorme discusión y yo no quiero ser partidario de nada; sólo digo que quien tiene oído sabe muy bien lo poco que queda del disco en verdadero espacio musical. Tengo oído, tengo una idea muy clara sobre la materia, y no la he cambiado ni nunca la cambiaré.” Estas palabras fueron pronunciadas hacia 1972 ante las cámaras de Radiotelevisión Española por Sergiu Celibidache, el director de orquesta y pedagogo rumano que es, pocos lo dudan a estas alturas, una de las máximas personalidades musicales de nuestra época. Podría pensarse que la sentencia de muerte dictada por Celibidache contra el medio discográfico sólo era un reflejo de su opinión. No es así: desde los primeros tiempos de la historia de la música grabada han sido muchas las grandes figuras que se han negado a colaborar con un medio de indudable valor histórico. En 1888, Edison grabó la voz del compositor Arthur Sullivan, el cual dijo, entre otras cosas, algo que mueve a la reflexión: “Estoy aterrado ante el pensamiento de que tanta música mala y deleznable pueda conservarse en discos para siempre”. Al lado de esto, y como afortunado contrapunto, grandes artistas han brindado su ayuda, su arte y su esfuerzo en una contribución al enriquecimiento de los archivos fonográficos internacionales. Gracias al disco y a las técnicas de grabación, muchos músicos de primera categoría serán permanentemente recordados y, lo que es aún más importante, estudiados y analizados en su técnica y arte interpretativos por las generaciones venideras. John Culshae escribía en 1977 estas frases:“El sonido fonográfico existe por derecho propio, es un arte nacido de la tecnología. La calidad del sonido grabado ha mejorado, especialmente en los últimos veinte años, hasta el punto de que un oyente puede escuchar en su casa el sonido tal como se ha producido en la sala de conciertos o incluso mejor.”
La grabación de nuestro disco, además de ser una oportunidad extraordinaria para darse a conocer a un público mucho más amplio (y quizá mucho más exigente, ya que seguramente el disco estará a disposición de muchas Bandas de Música de Murcia y, posiblemente, de otras provincias) supone un gran reto y una gran responsabilidad, ya que el trabajo realizado hasta entonces va a quedar plasmado para siempre y servirá de referencia para poder mostrar el nivel alcanzado hasta ese momento. Podría ocurrir perfectamente, y no sería nada extraño, que a partir de ahora nos inviten a tocar en otros pueblos y ciudades, fuera de nuestra comunidad, y quién sabe, a lo mejor nos encontramos próximamente tocando en alguna ciudad europea. Es una oportunidad única para renovar la ilusión de los músicos, pudiendo servir de estímulo para mejorar el rendimiento de la Banda, tanto individual como colectivamente. El hecho de grabar un disco supone una mayor preocupación para acudir a todos los ensayos y venir con todas las partituras bien estudiadas. Es verdad que los solistas tienen que preparárselo todavía mucho mejor pero los demás componentes también lo tienen que hacer igualmente porque hay que pensar que todos tenemos que tocar sin depender absolutamente de nada ni de nadie. Todo esto hace que se puedan generar las circunstancias idóneas para poder ensayar muchas más partituras en mucho menos tiempo. Cualquier concierto que se prepare a partir de ahora lo haremos casi del mismo modo como si fuéramos a grabar otro disco. Uno de los diferentes criterios que se han tenido en cuenta para seleccionar las piezas que se han grabado ha sido la variedad y diversidad de estilos, pero más importante es, sin duda, la correcta interpretación de esas mismas piezas. Creo también recordar que hay componentes que les hubiera gustado incluir, por ejemplo: LA MISIÓN, LA LISTA DE SCHINDLER, 1492 LA CONQUISTA DEL PARAÍSO... Esas piezas no se han podido incluir porque no se habían tocado recientemente pero el mero hecho de querer tocarlas en un disco ya es un factor a tener en cuenta como para incorporarlas nuevamente en nuestro repertorio. También es necesario contrastar los resultados obtenidos con los de otras Bandas de Música para seguir mejorando todavía más. Esperamos que esta experiencia haya merecido realmente la pena y que se hayan conseguido nuestros objetivos.